Cirugía Podológica
Tratamiento Quirúrgico de Afecciones en los Pies
La cirugía podológica es una especialidad dentro de la podología que se encarga del tratamiento quirúrgico de diversas afecciones y deformidades que afectan los pies. Su principal objetivo es restaurar la salud y funcionalidad del pie, así como evitar el deterioro progresivo de condiciones que podrían comprometer la calidad de vida del paciente.
Condiciones Tratadas con Cirugía Podológica
Existen diversas afecciones que pueden requerir intervención quirúrgica en los pies. Algunas de las condiciones más comunes tratadas con cirugía podológica incluyen:
Uña encarnada: Esta afección ocurre cuando el borde de la uña crece dentro de la piel, provocando dolor e inflamación. La cirugía podológica permite eliminar la parte de la uña que está causando molestias.
Helomas (callos o clavos): Los helomas se desarrollan como resultado de la presión o fricción repetida en ciertas áreas del pie, causando un tejido engrosado y endurecido. La cirugía elimina este tejido para aliviar el dolor.
Dedos en garra o martillo: Se trata de una deformidad en los dedos de los pies que se doblan hacia abajo o hacia arriba, adoptando una forma de garra o martillo. La cirugía podológica puede corregir la posición de los dedos para restablecer su funcionalidad.
Neuromas de Morton: Son engrosamientos de los nervios en la parte anterior del pie, lo que provoca un dolor intenso. La cirugía puede ser necesaria para la extirpación del neuroma y aliviar el malestar.
Juanetes (Hallux Abductus Valgus): El juanete es una deformidad del dedo gordo del pie que se desvía hacia los otros dedos. En este caso, la cirugía podológica puede corregir la desviación ósea y realinear el dedo afectado.
Otras patologías podológicas: Además de las condiciones mencionadas, existen otras patologías que también pueden requerir cirugía podológica para restaurar la salud y el confort del pie, como verrugas plantares, juanetes de sastre, entre otras.
Cirugía Podológica Ambulatoria: Ventajas para el Paciente
La cirugía podológica generalmente se realiza de forma ambulatoria, lo que significa que el paciente puede regresar a su hogar el mismo día de la intervención, sin necesidad de hospitalización. Esta modalidad es común en muchos procedimientos quirúrgicos podológicos, ya que permiten una recuperación rápida y efectiva.
Entre las principales ventajas de la cirugía ambulatoria se encuentran:
- Recuperación más rápida: Dado que no es necesario un periodo largo de hospitalización, el paciente puede retomar sus actividades diarias con mayor rapidez.
- Comodidad para el paciente: La posibilidad de regresar a casa el mismo día aumenta el bienestar del paciente y de sus familiares.
¿Es Necesaria la Cirugía Podológica?
Es importante mencionar que no todos los problemas podológicos requieren cirugía. En muchos casos, los tratamientos conservadores como el uso de plantillas a medida no ortopédicas, silicona, cambios en el calzado o la fisioterapia, pueden ser efectivos para tratar diversas afecciones del pie. La decisión de recurrir a la cirugía podológica se toma tras una evaluación exhaustiva por parte del podólogo, quien determinará el mejor enfoque de tratamiento según el diagnóstico y las necesidades individuales del paciente.
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